Mis queridos jóvenes.

Este año vivimos un gran reto y todos juntos supimos afrontarlos y sobre todo superarlos. Son ustedes el presente que mi iglesia necesita. Un gracias se me queda poco para contar aquí todo lo que Dios hizo en ustedes y seguirá haciendo, sobre todo por su disposición, entrega y valentía.
Al señor Obispo y mis hermanos sacerdotes y a las hermanas religiosas.
A mi gente de Parita, se lucieron.
A las autoridades, estamentos de seguridad y a salud (doctores, enfermeras, asistentes y administrativos), Dios les recompense.
A todos el Staff del ENRJ, chévere.
Y allá en el cielo al Padre Segundo, sigue hablándole a Dios de los jóvenes.

Praule